domingo, 26 de agosto de 2012

Quinta semana


¿Qué reflexión crítica puede hacer alrededor de las industrias culturales en nuestro país y los procesos socioculturales de comunicación?

Se tiene la concepción negativa, a nivel general, de que las industrias culturales  nos impiden crecer de manera autónoma y que orientan a la producción cultural e intelectual por su posibilidad de consumo en el mercado.
Indudablemente la industria cultural tiene como base un manejo de una íntima relación entre economía y psicología de masas. Esta es una realidad que no se puede negar porque el hecho de que la mayoría de los países del mundo se muevan a través de sistemas capitalistas, reduce la existencia de sus habitantes a meros procesos de intercambio de bienes;  a vivir por y para el capital. Pero no todo es tan trágico, no todo es manipulación, no todo es absolutamente economía: hay una reflexión sobre las industrias culturales y Colombia que creo que vale la pena tener en cuenta.
Partiendo del informe provisto por el Ministerio de Cultura de Colombia en el año 2010, no hay duda alguna de que Colombia es uno de los países en los cuales el Estado asigna menos dinero y presupuesto para el desarrollo de las industrias culturales. Y si tomamos también en cuenta la idea que las industrias culturales son carentes de autenticidad e inocencia, entonces sería fácil decir que aquellos países que tienen industrias culturales menos desarrolladas que un país como Estados Unidos que es líder en este campo o como países europeos en donde las industrias culturales constituyen entre el siete y ocho porciento del PIB de ese continente; están menos alienados o manipulados. Pero esta afirmación es inconcebible, no podemos llegar a tal conclusión porque Colombia, aunque tenga una industria cultural que apenas despega, está también influenciada por las industrias culturales de una manera que se orienta muy poco hacia el desarrollo.
Es decir que el problema no es la existencia en sí de las industrias culturales, sino de su contenido. Tal como lo planteó Theodor W.Adorno en una parte de su escrito “La industria cultural”: “no se trata en primer lugar de las masas, ni de las técnicas de comunicación como tales, sino del espíritu que les es insuflado a través de la voz de su conductor”. 
Quizás sea una ideal fácil de plantear, lo difícil está en poder cambiar el contenido de las industrias culturales y la forma como nos lo presentan. Además de promover más nuestras propias industrias culturales y no conformarnos sólo con las extranjeras. 

http://www.youtube.com/watch?v=7rC4S-iGi34

1 comentario:

  1. Para agregar a mi compañera, las industrias culturales en Colombia estan representadas por grandes grupos económicos lo que genera que la mayoria de los habitantes fomenten ideas según lo que les muestran dichas industrias y no su críterio personal.

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